– “Todo lo que saca plata de nuestra empresa es algo MALO y todo lo que hace entrar plata a nuestra empresa es algo BUENO. Si un empelado genera un egreso, entonces es algo MALO desde el punto de vista de las finanzas.”
Todos nos quedamos en silencio y alguien preguntó – “Pero yo necesito a mis empleados y hacen muy bien su trabajo ¿cómo pueden ser algo malo?”
– “Si pudieras automatizar sus tareas y generar los mismos resultados ¿los tendrías?”
– “Creo que no… pero no se pueden reemplazar”
– “Entonces son algo necesario, pero tenemos que saber que son algo no deseado para los resultados de nuestros negocios”
Así comenzaba un curso de finanzas para emprendedores dictado por José Dapena que hice hace algunos años. Hasta ese momento creía que tener más empleados era sinónimo de crecimiento, pero ese concepto y varios años de experiencia cambiaron mi manera de verlo.
Al igual que la tecnología y el capital, los empleados son algo que se necesita para multiplicar tu negocio. No hay manera de crecer y de escalar sin armar un equipo, en eso todos estamos de acuerdo. Pero como todo multiplicador, viene cuando tenemos una propuesta definida y clientes conformes. Estos multiplicadores vienen a escalar algo que ya existe, no a crearlo.
Para decidir si tomamos o no un empleado en nuestro negocio, tenemos que agotar las instancias anteriores. Pasar por filtros previos para saber si podemos resolver de otra manera el problema.
Podemos seguir el siguiente paso a paso para saber si necesitamos o no un empleado.
1- Hacer una lista de todas las tareas relacionadas al negocio, asignarle un nivel de “delegabilidad” y una cantidad de tiempo requerida. Por ejemplo: acomodar estanterías, muy delegable, 5hs a la semana. Cambiar precios, poco delegable, una hora a la semana. Limpiar la oficina, extremadamente delagable, 4hs a la semana. Cerrar contrato con cliente, muy poco delegable, 1hs a la semana.Cuando tenemos esa lista, vamos a prestar especial atención a las que más tiempo llevan y las más fáciles de delegar. Esas son las tareas que van a liberarnos mayor cantidad de tiempo de la manera más simple y rápida. Cuando las tengamos identificadas, las pasamos por los siguientes filtros:
2- ELIMINAR O AUTOMATIZAR: Si una tarea no tiene sentido o no está alineada con tus objetivos, directamente la eliminás. Si en cambio es obligatoria o necesaria, buscás automatizarla. Ejemplo: poner en debito automático las facturas. Programar las publicaciones de redes sociales.
3- TERCIARIZAR, FREE LANCE O PROVEEDOR: Si no podemos eliminar o automatizar, el segundo paso es buscar a alguien que nos pueda vender ese servicio. Ej: contratar diseño. Servicios de marketing. Limpieza. Mantenimiento.
4- EMPLEAR INTERNAMENTE: Como última opción, si pasó por los filtros anteriores y está totalmente justificado tomamos un empleado. Para que se justifique tenemos que tener un caudal de trabajo regular que exceda su capacidad y que el costo de contratar externamente sea mucho mayor. Sin esas condiciones, la contratación va a ser apresurada.
Para seguir insistiendo en que el tomar empleados (como cualquier otro costo fijo) es la última opción, vamos a hacer algunos números. ¿Cuál es el costo real de tener un empleado?
Supongamos que tu negocio tiene un margen del 33%. Lo que vendes a $100 te cuesta $66. Y supongamos que un empelado tiene un costo final con impuestos de $30.000. Lo que va a suceder es que tu punto de equilibrio va a aumentar $90.000. O sea, si antes de tomar el empleado tenías que vender $300.000, ahora vas a tener que vender $390.000 para pagar ese sueldo.
Todo esto sin mencionar los riesgos laborales y conflictos que además de plata, cuestan mucho estrés si suceden.
Quiero aclarar que disfruto mucho de contratar personas y de armar equipos de trabajo. En mis 15 años de emprendedor contraté a más de 100 personas y con el 99% tuve excelentes experiencias. Pero quiero evitar que contrates sin que esté justificado.
Tomar un empelado sirve para cuando estás seguro de que de esa manera podés enfocarte en las tareas de mayor valor y aportar mucho más a tu empresa de lo que estás haciendo ahora.