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Pensá en la persona más productiva que conozcas, alguna que admires por lo que hace, por lo que logra, por el impacto que tiene en la gente… ¿Listo? Bueno, esa persona tiene las mismas 24hs por día que todos nosotros. Las mismas necesidades y probablemente muchos problemas como todo el mundo.

Quisiera contarte el momento en que descubrí el potencial de la productividad personal y de la gestión del tiempo.
Hace tres años, ya tenía montado un negocio que le iba bastante bien. Me permitía vivir y tenía pensado escalarlo. Era bueno haciéndolo, pero no necesariamente me apasionaba. Para ese momento, había comenzado a escuchar un podcast en el que comentaban lo importante que era estar en un negocio que te apasione. No solo porque la pasas mejor, sino porque a largo plazo es un gran diferencial. Durante ese tiempo descubrí innumerables casos de personas que ya lo habían logrado. Incluyendo casos muy similares al que podría ser mi historia.
Pero veía imposible poder dedicarme a un nuevo emprendimiento, porque no encontraba momento en el día disponible y tenía que seguir trabajando en mi negocio porque necesitaba los ingresos.
Pero para eso momento había investigado algo de gestión del tiempo y sabia el potencial que podía tener. Supe que, si me enfocaba en gestionar el tiempo de manera correcta, podía comenzar a dedicar algunas horas a la semana a este nuevo proyecto. Durante meses me obsesioné con detectar cada momento improductivo y así rediseñar mis días y mis semanas en función de liberar tiempo sin descuidar mi negocio ni mi familia.
Hoy lo estoy haciendo y aunque sigo con desafíos, pasé por un proceso donde descubrí que nunca es cuestión de “falta de tiempo”, siempre es cuestión de hábitos, planificación y prioridades.

Hoy en día trabajo con muchas personas que tienen la “falta de tiempo” como primera excusa. Les planteo la siguiente cuenta:

  • Horas totales de la semana: 168hs (7 x 24hs)

De las cuales pasamos en promedio:

  • 50 durmiendo (poco más de 7 al día)
  • 40 trabajando (puede variar mucho, pero calculemos 8 de lunes a viernes)
  • 22 comiendo, viajando, bañándose (unas 3hs al día de actividades básicas)
  • Nos quedan 56hs semanales libres (¡8 hs por día!).
  • Supongamos que tenemos una vida social activa y le dedicamos 16hs a la semana.

¡Nos quedan 40hs semanales libres¡
 Esto representa más de 5hs diarias que podemos dedicarlas a esas cosas importantes que pueden generar un cambio radical. Como comenzar un nuevo emprendimiento, hacer un curso, aprender un idioma, leer libros, hacer ejercicio, meditar o tener una “rutina de la mañana”.
El problema es que esas 5hs diarias se nos van si darnos cuenta. Horas de Netflix, de Instagram, de charlas irrelevantes. Mala organización y planificación que representa microperdidas de tiempo cotidianas que sumadas son “días” al año perdidos.
Vamos a poner algunos ejemplos:

  • Vestirnos. Si no somos conscientes del tiempo diario que nos lleva esta actividad, vamos a perder tiempo en algo que podríamos resolver planificando mejor. 15 minutos al día pensando en que ponernos, representa casi 4 días al año.  
  • Cocinar. Si cada vez que tenemos que comer, nos ponemos a cocinar desde cero y a veces vamos a hacer las compras “para el día”, vamos a perder muchísimo tiempo. Quizás son 30 minutos por día, que parecen poco, ¡Pero al año son 8 días enteros!
  • Compras. Ir al supermercado una vez por semana nos representa por lo menos 3hs entre idas y vueltas. Si pidiéramos a domicilio, eso tiempo sería mucho menor. La diferencia es de más de 4 días al año.

Podemos seguir con los ejemplos: lavar los platos vs tener lava vajilla, tener solo lo necesario para tener que limpiar y mantener menos, elegir muy bien a qué actividades sociales ir. La lista es infinita, las posibilidades de optimización del tiempo son enorme. Y fíjense que no estoy hablando del trabajo, solo me refiero a cuestiones cotidianas, muy simples de resolver.
La mayor cantidad de tiempo la tenemos disponibles en las tareas más triviales.  
Atención: la propuesta es optimizar y reducir en las áreas que no disfrutas especialmente. Si tu momento favorito del día es vestirte, no vale la pena que lo “optimices”. Pero si te da lo mismo, entonces si vale la pena liberar ese tiempo.  

La buena noticia es que estamos hablando de hábitos. Y como todo hábito es absolutamente cambiable. Cualquier persona con la suficiente determinación puede cambiar radicalmente su manera de gestionar el tiempo. Podes tener una tendencia al desorden y a la desorganización y justamente por eso ser excelente gestionando tu tiempo.  

La vida está hecha de tiempo. Gestionar el tiempo es gestionar la vida.Donde pones tu tiempo están tus prioridades. No son técnicas ni trucos de moda, estamos hablando del recurso más importante que tenemos. Es condición excluyente el buen manejo del tiempo para las personas que quieran tomar el control de su vida y generar un impacto en su entorno, en sus emprendimientos y en los demás.

¿Cómo cuidas tu tiempo? ¡Quiero saber!