Naty trabaja en casa desde hace unos años y es una enorme ayuda para mi familia. Un día tuvimos la siguiente charla:
“Naty, ¿alguna vez pensaste en emprender?”
“¡Si! siempre me gusto hacer tortas, y me salen muy bien. Vendí algunas para cumpleaños y a la gente le encantaba. Pero la verdad es que no tengo plata para poner un local, es mucha inversión…”
Mi atención que estaba dispersa, se enfocó como un láser en lo que me estaba diciendo. Una vez más me encontraba con una persona paralizada por creencias limitantes. Así siguió el dialogo:
“Poner un local es mucha inversión y muy riesgoso, yo tampoco lo haría. Pero te pregunto: ¿Cuál es el problema que estás solucionando con tus tortas? ¿Por qué la gente te paga por ese trabajo?”
“Bueno… porque nadie tiene tiempo para cocinar, además los adornos que hago son difíciles y no todo el mundo sabe hacerlo”.
“¡Exacto! Entonces, para solucionar ese problema ¿necesitas un local, stock, empleados, darte de alta en afip, grandes hornos y todo eso?”
“Creo que no…además ya tengo un horno en casa y todo lo que necesito”
“Entonces enfocate en cómo resolver ese problema de la mejor manera posible, en conocer exactamente que necesitan tus potenciales clientes. Alrededor nuestro debe haber decenas de padres que quieren tener una torta como las que vos haces y no saben donde comprarla. Bastan unos volantes y un buen perfil en Instagram. Cuando alguien te pida una, vas a comprar solo los ingredientes para esa torta y la entregas vos misma. ¿Te das cuenta que podes empezar mañana mismo si queres? Casi sin inversión, sin dejar tu trabajo y con un riesgo bajísimo.”
Con una sonrisa de entusiasmo, los dos seguimos trabajando.
Estamos acostumbrados a pensar los negocios de una forma que ya no funciona. Acá les muestro de la manera más simple posible, el contraste entre el modelo obsoleto al cual estamos acostumbrados y el modelo actual con mayor probabilidad de éxito. (El concepto esta basado en el modelo Lean Startup de Eric Ries y otros libros inspirados en este principio).
Durante una década generé negocios con el modelo obsoleto y todavía estoy pagando los platos rotos. Hoy se, que invertir mucho tiempo, dinero y energía en algo que probablemente fracase, es una locura.
Todos los días veo gente que se embarca en este juego con el paradigma antiguo. La mayoría vuelve a sus trabajos, nunca más emprende y hasta queda endeudado. Por eso me quema la necesidad de comunicar estos conceptos, para que más personas emprendan de esta manera y así maximizar las posibilidades de éxito con mucho menos riesgo.
Te invito a que nos cuentes tus experiencias, tu caso particular o tus dudas al respecto. Me apasiona escuchar historias reales y poder aportar algo si es necesario. Dejanos un comentario en Instagram, en el blog o respondiendo el mail. ¡Gracias!