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Estoy seguro de que recordás uno de esos días en que todo “te salió bien”. Pudiste avanzar enfocado en ese proyecto importante. Resolviste problemas y encaraste urgencias. Tuviste esa charla incómoda pendiente y tomaste esa decisión que tenías postergada. Hiciste ejercicio, comiste bien y descasaste lo suficiente. Además cuando llegaste a tu casa, pasaste tiempo con las personas que querés, con plena presencia. Te fuiste a dormir cansado, pero feliz de haber tenido un día tan productivo.

¿Qué podemos hacer para que ese tipo de días híper productivos, nos sucedan cada vez más seguido? Les quiero compartir una herramienta que utilizo en mis planificaciones hace años, me da muchas alegrías y buenos resultados.
La clave está en reconocer la energía y concentración que tenemos en los diferentes momentos del día. A partir de esa observación, vamos a poder comenzar a planificar nuestros 4 bloques. En cada uno, agrupamos tareas similares.

  1. BLOQUE 1: Afilar el hacha. Acá es donde generamos energía, concentración y vitalidad. Yo encuentro las primeras horas de la mañana (de 5 a 8hs) como el momento ideal. Hago ejercicio, meditación, repaso de misión y visión personal, planifico mi día y aprendo cosas nuevas. De esa manera uno se alinea con sus prioridades más importantes y arranca el día con toda la energía y el foco necesario.
  2. BLOQUE 2: Proyectos importantes. En el momento de mayor energía y concentración, vamos a encarar esos proyectos complejos que pueden representar un gran impacto en nuestras vidas y negocios. Es clave la buena utilización del time blocking. Nadie nos tiene que molestar, el teléfono tiene que estar en silencio y nada de redes sociales. Foco total en lograr avanzar con más importante. Personalmente es cuando genero contenido, tomo decisiones sobre mis negocios, creo nuevas maneras de vender y pienso en estrategias. Mi horario ideal es de 9 a 12hs. Pero cada uno tiene que encontrar sus “horas de oro”.

  1. BLOQUE 3: Ejecución de tareas. Es un momento en el cual tenemos nuestra energía y atención a niveles intermedios. Acá es donde vamos a programar tareas operativas que nos exijan, pero que no son tan importantes. Reuniones, decisiones prácticas, charlas pendientes, llamadas telefónicas, salir a la calle. No son cosas en las que tengamos que pensar demasiado, más bien actuamos según la planificación que hicimos previamente. Personalmente encuentro el mediodía como el momento ideal de la ejecución.
  2. BLOQUE 4: Gestión y administración. Con la energía y atención en niveles mínimos, vamos a encarar las cosas más fáciles del día. Transferencias, responder mails, responder wsp, tramites on-line, preparar tramites físicos, seguimiento de índices claves del negocio, cargar información, organizar y ordenar. Nada demasiado trascendente, pero si cosas necesarias para que tu negocio y tu casa funcione. Este bloque siempre esta en mi agenda de 18 a 20hs. Ahí es donde agrupo todas estas actividades.

Te invito a que pruebes agrupar las tareas según tus niveles de energía a lo largo del día. Es más efectivo, más eficiente, se logran mejores resultados y además es mucho más agradable. El impacto que tiene a largo plazo es enorme.
Muchas veces, el problema no es “falta voluntad”, la mayoría de las veces no terminamos las tareas y no avanzamos hacia grandes proyectos porque no tenemos los sistemas adecuados. Este articulo y PlenoEmprendo.com en general, quieren ayudar a que encuentres esos métodos para liberar todo el potencial productivo y creador que todos tenemos.