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Este año el time blocking salvó mi negocio. Si no hubiera dedicado diariamente tiempo de calidad en adaptarme a un nuevo escenario, mi negocio gastronómico no hubiera sobrevivido.

Tuve que enfrentar una suba del 100% en los costos de reposición y una caída del 30% en el volumen de ventas. En medio de esa tormenta, me vi forzado a reinventarlo. Aunque no alcanzó para contrarrestar el viento en contra, logré evitar sumarme a la fila de locales cerrados en el centro comercial donde estoy.

Seguramente alguna vez sentiste esa dificultad enorme de tener que pensar y concentrarte en algo complejo mientras una cantidad agobiante de personas, tareas operativas y urgencias solicitan tu atención.

¿Cómo hacemos para poder pensar con claridad y enfrentar grandes proyectos en medio del día a día?

La buena utilización del time blocking es una parte importante de la respuesta. En términos básicos, significa reservar de manera programada un bloque de tiempo exclusivo para un objetivo.

Las tareas que tenemos que incluir en ese momento, van a ser las que signifiquen un cambio grande en el negocio (o en tu vida, pero en este artículo nos orientamos al emprendimiento). Esas cosas que si las logras, todo lo demás es innecesario o mucho más fácil. Por ejemplo: duplicar las ventas, bajar a la mitad los costos, crear una nueva unidad de negocios innovadora, asociarse a un jugador estratégico, cerrar contrato con un gran cliente.

Todos estos ejemplos, no son tareas aisladas que podemos empezar o terminar en una hora. Requieren máxima concentración durante muchos días, incluso meses.

Lo que hay que tener en cuenta para que funcione:

  • Momento correcto. Para poder elegir cuando bloquear nuestro tiempo para lo más importante, necesitamos conocer cuanta energía tenemos en cada momento del día. Personalmente encuentro la media mañana ideal para las cosas más difíciles. Hay que buscar el mayor foco posible, planificar determinadamente hacer lo más difícil cuando más voluntad disponible tenemos.

 

  • Entorno adecuado. La concentración es frágil, ayudala con un buen entorno. Si trabajamos en un lugar donde pasa gente a interrumpirnos, es muy probable que no podamos avanzar. Tenemos que asegurar el flujo de trabajo. Demos vuelta el celular, cerremos todas las pestañas del explorador que no tengan que ver con lo que estamos haciendo, sin mails, sin whatsapp. Si es necesario, anda a otro lugar. No es responsabilidad de los otros que esto funcione, es tu responsabilidad. Si queres asegurarte de que no tenes una emergencia, revisá de reojo los mensajes y los mails, pero no te involucres en la charla ni respondas si no es super necesario.

 

 

  • Aceptar el caos. “Cuando te enfocas en algo grande, el caos aparece. Garantizado” Gary Keller en su libro “Lo Único”. El costo que vas a pagar por enfocarte durante un tiempo largo en lo importante, es que los pendientes y problemas se van a acumular “afuera”. No hay manera de evitarlo. Con planificación, podes crear sistemas para reducirlo, pero no eliminarlo.

Pero al final de cada bloque vas a encarar esos problemas operativos con la seguridad y satisfacción de que está hecho lo más importante. Vale la pena.

 

Te invito a que bloquees como mínimo 1hs (ideal 3hs) todos los días para dedicarte a eso que, si lo logras, generaría una diferencia enorme. Por momentos te vas a frustrar y vas a pensar que es un error, que deberías estar de vuelta en la “trinchera”. Pero te aseguro que, si perseveras en cuidar tu tiempo a capa y espada para lo más importante, cuando mires para atrás, vas a ver la importancia radical que tuvo en tus resultados.